The Ratzinger Times

Abril

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El sonido del cómic


Ayer estaba comprando hamburguesas en la carnicería de la Calle Esgrima y un hombre entró a contarle al carnicero todos los premios que se habían ganado en el salón del Cómic de Barcelona, entre los que yo rescaté La Novela Gráfica de Santiago García. Tenía pendiente este comentario sobre el capítulo del libro en que se habla sobre el bocadillo o globo.

La tira, en color y compuesta de cinco viñetas sin recuadrar, todas con el mismo plano fijo, que incluye a Yellow Kid y un fonógrafo, sin fondo alguno, revela un sorprendente humor metaligüistico, casi posmoderno. Yellow Kid habla al fonógrafo, los diálogos del chico aparecen escritos en su camisón, los del fonógrafo, en bocadillos que salen del altavoz. El aparato exalta las virtudes de suplemento dominical en color del periódico y las del propio Yellow Kid, a lo que el camisón del niño responde “muchísimas gracias”. En la última viñeta, se abre la caja del fonógrafo y del mismo surge un loro, verdadera voz de la máquina, revelando el truco del pícaro Kid, que intentaba engañarnos, y que, sorprendido, interrumpe a mitad de frase su última proclama publicitaria “El fonógrafo es un gran invento” […]
Thierry Smolderen considera que las filacterias medievales y demás artefactos primitivos son indicaciones que carecen de sentido narrativo y que funcionan sólo en espacios alegóricos detenidos en el tiempo, sin relación con la realidad, mientras que a partir de Outcault el bocadillo se integra en el espacio de la viñeta, creando una nueva realidad, la del aire, y adquiriendo una entidad física, la del sonido. No es casualidad que la primera tira en la que Outcault hace uso de este “nuevo bocadillo” esté protagonizada por un fonógrafo, es decir, que toda la historieta gire en torno a la propagación del sonido en el espacio. El ruido – el ruido callejero, el sonido de la urbe moderno – había sido uno de los protagonistas principales de las grandes escenas multitudinarias […]
Y Outcault mismo había trabajado de dibujante técnico para Edison, en el momento en que este había desarrollado el fonógrafo […]
Los dibujantes americanos de prensa se encuentran con el problema de añadir el sonido a sus pantomimas secuenciales sin hacer que la narración visual pierda velocidad. La solución estuvo en el nuevo bocadillo. Que se integraba en el espacio como sonido en el aire, ante posiblemente inconcebible antes de la aparición del sonido grabado.

Entre finales del XIX y principios del XX se estaban generando alrededor de los medios populares como el cine, las ferias, la música de salón y la prensa, intercambios mediales como este, ajenos a las especialización artística.
Ahora que Alan Moore ha sacado un triple álbum en vinilo que contiene, entre otras cosas, un discos dedicado a de sus recitaciones, esta historia se cierra mejor que nunca. Fue con Watchmen pero sobre todo con From Hell,ambientado en ese cruce de siglos no por casualidad, donde entendí que el metalenguaje de Alan Moore sobre la secuencialiad del cómic se refería al tiempo. La dimensión temporal es aquella que contiene el sonido en el medio impreso. La cuarta dimensión, está encerrada de no como flujo, sino como bloque, el mismo tomo del libro, entre las secuencias y viñetas de From Hell, el tiempo ES entre todas las páginas que hay entre pasta y pasta. Si no fuera por la obsesión de Sir William Gull por combatir al hemisferio Derecho del cerebro, no le daría tanta importancia a esta relación.

(viendo imagen y ampliando a tamaño original se pueden leer las viñetas sin problema)

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